4: Calorías

4: Calorías


Cuando la mayoría de gente piensa en la pérdida de peso y consumo diario de alimento, la primera palabra que viene a su mente es calorías. En mi experiencia, la mera mención de esta palabra hace que la gente se ponga pálida; sin embargo, al mismo tiempo la mayoría de las personas simplemente no saben que significa. Por esta razón, si pudiera, eliminaría la palabra caloría del idioma español. La palabra no es mala por sí misma, pero es ¡sumamente mal entendida!. 



En este capítulo, presento las verdades sobre las calorías para que puedas estar verdaderamente enterado. Luego, clarifico algunos errores comunes sobre lo que son las calorías y lo que hacen, de tal manera que puedas tomar decisiones saludables sobre qué y cómo comer. Finalmente, usarás una fácil ecuación para estimar tus requerimientos diarios de calorías para perder peso o mantenerlo. Luego puedes olvidarte para siempre de contar calorías. (¡En serio!) 

Aprende Los Hechos 


De acuerdo con el Diccionario Merriam-Webster (edición #11), una caloría es “una unidad equivalente 

a una caloría que expresa la producción de calor o valor de producción de energía de los alimentos cuando son oxidados en el cuerpo.” En palabras simples, una caloría es la unidad de energía que es liberada a partir de la comida que consumes y es usada para darle energía al cuerpo. 



El cuerpo necesita la energía de la comida, calorías, para desempeñar muchas funciones, las más obvias de las cuales son el ejercicio y otras clases de actividad física. Sin embargo, el cuerpo también requiere energía para funcionar en los niveles más básicos: para respirar, digerir la comida, y mantener los órganos y los sistemas de los órganos. 



¡Lo creas o no, es posible comer muy pocas calorías! El problema más serio con las dietas bajas en calorías es que a pesar de que estas te hacen perder peso, también pueden causar serios problemas de salud. Un efecto colateral de las dietas bajas en calorías es la descomposición del músculo, la cual puede ocurrir cuando el cuerpo no recibe suficientes calorías a partir de proteínas. Especialmente vulnerable, es el corazón, un órgano muscular. Si una persona no consume una adecuada cantidad de calorías cada día, el músculo del corazón comienza a descomponerse, causando posiblemente serias enfermedades como la atrofia cardiaca. 

Además, al seguir una dieta baja en calorías a veces sí y a veces no, con el tiempo puede tener consecuencias negativas para la salud en general. Las dietas bajas en calorías típicamente no suministran suficiente energía para mantener saludables los órganos y los sistemas y, en efecto, puede causar desnutrición. En el caso de los clientes que repetidamente han seguido ese tipo de dietas, les recomiendo planes de alimentación altos en calorías que suministran a sus órganos el combustible adecuado para que se reparen así mismos y recuperen su función saludable.


Termina la Discusión Sobre

Las Calorías Al público le han dicho, una y otra vez, que consumir más calorías de las que el cuerpo que malos hace subir de peso. Sin embargo, esta afirmación es parcialmente verdadera. En las próximas secciones, clarifico algunos errores comunes sobre las calorías.


“Una caloría es una caloría.”

La vieja escuela de pensamiento nutricional enseña que todas las calorías son creadas iguales.

Pérdida y ganancia de peso son estrictamente un asunto de “calorías adentro, calorías afuera”: sin importar la fuente de las calorías, perderás peso si quemas más calorías de las que comes y ganarás peso si comes más calorías de las que quemas. Esta explicación parece bastante lógica ¿verdad? Desgraciadamente, no toma en cuenta los hallazgos de la investigación moderna que dice que las calorías de proteínas, carbohidratos y grasas tienen diferentes efectos en el metabolismo del cuerpo, en otras palabras, algunas calorías son más saludables que otras. Para captar este concepto, nos puede ayudar una comprensión básica del metabolismo.

Dos reacciones importantes del metabolismo involucran la insulina y el glucagón, hormonas que son liberadas durante la digestión de la comida consumida. En general, la insulina causa almacenamiento de grasa, y el glucagón promueve que la grasa sea usada para obtener energía (en lugar de ser almacenada). Tu cuerpo necesita estas dos hormonas para funcionar adecuadamente; sin embargo, cuando el balance entre insulina y glucagón es ideal, tu cuerpo de verdad desarrolla músculo mientras quema grasa. Obtener las proporciones correctas es clave para alcanzar y mantener un peso saludable, y comer las comidas correctas para tu tipo metabólico único, sin importar el contenido de calorías de esas comidas, es la mejor manera de lograr eso.

Perder Peso Vs. Perder Grasa


Perder peso y perder grasa no es lo mismo. Para verte y sentirte lo mejor, debes de perder peso específicamente de grasa, no de musculo. 

Los estudios a menudo descubren que dos grupos de gente que consumen la misma cantidad de calorías, pero con diferentes proporciones de proteínas, carbohidratos y grasas, perderán diferentes cantidades de grasa corporal y masa corporal delgada (es decir, músculos y huesos). Por ejemplo, alguien que es Tipo Proteína pero que come todos los días una dieta de 1,500 calorías, integrada mayormente de carbohidratos, probablemente no perderá peso, o peor aún, puede subir de peso. Siguiendo una dieta de 1,500 calorías integrada mayormente de proteínas, algunos carbohidratos y grasas saludables, esta misma persona alcanzará sus metas de pérdida de peso y ¡se sentirá mejor! (Descubre las proporciones óptimas para ti en el Capitulo sobre el Plan de  Alimentación Diaria.) Para perder peso de grasa, debes de enfocarte no solo en cuántas calorías consumes sino también de donde vienen estas calorías (es decir, proteínas, carbohidratos o grasas). Comer los alimentos que son ideales para tu tipo metabólico afecta en gran medida el origen de tu pérdida de peso.

Cuando tus hormonas están equilibradas (porque estás comiendo lo que tu cuerpo necesita), tu cuerpo alcanzará su tasa metabólica ideal y no necesitará aferrarse a las reservas de grasa excesiva, y a raíz de ello, la pérdida de peso provendrá de la grasa almacenada. Para conceptualizar esta situación, imagínate que estás en el exterior bajo las inclemencias de un congelante clima invernal, vestido con una gruesa chaqueta. Si entrarás a un refugio cálido, te quitarías tu abrigo porque ya no lo necesitarías. La chaqueta es como la grasa acumulada: necesaria bajo ciertas condiciones pero no en otras.


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